05 Dic Adiós, Empar

Empar, a causa de la psicótica manera de entender el amor de un hombre que seguramente nunca te amó, tempranamente has sido arrebatada de nuestra vista.

Te educaste, al igual que tu hermano, en nuestro Colegio del Grao, desde que tenías 3 años. Quizás nunca destacaste por tu expediente académico, pero en nuestro recuerdo está aquella niña algo tímida, amable, disciplinada y nada problemática. Pasaste por La Pureza dejando tras de ti una huella imborrable de buena educación, de inocencia y, sobre todo de bondad. Así lo han demostrado las numerosísimas muestras de solidaridad y afecto de tus compañeros y compañeras de promoción y de otras promociones y de muchos de tus antiguos profesores que han estado ahí, en el pequeño acto de homenaje que se te hizo en el lugar donde acabaron con tu vida y en la capilla donde se ofició tu funeral.

La Pureza está triste con esta separación, pero como creyentes que somos sabemos que hoy estás ya viendo cara a cara a Dios. Por eso, querida Empar, solamente podemos decirte “Adiós, nos vemos en el cielo”.

Rafael Bellver Galbis

Psicólogo del Colegio del Grao