13 Jun La hora de decidir
Crisis. ¿Crisis? No para todos. «Tengo más trabajo y consultas que antes», constata Carmen Sancho, la orientadora del Centro de Estudios Superiores Alberta Giménez (CESAG). «La situación económica actual genera inseguridad, desconcierto. Antes, había unas profesiones que la gente veía como salidas seguras: como arquitecto. ..y hoy vemos que esto no es así. Sin embargo, algo no ha cambiado: el valor que la gente otorga a la formación», remata Inma Torró, del departamento de Orientación de Pureza de María Ontinyent.
Y las frías estadísticas dan una idea del por qué. La tasa media de paro en España, entre los 25 y 64 años, se situaba en el 18,1% para los que disponían de estudios inferiores a la 1ª etapa de Secundaria. Para quienes han cursado Educación Superior, del 10,5%, casi la mitad, según datos de 2010 de educación y mercado laboral aparecidos en Las cifras de la educación en España, en su edición de 2012. En Panamá, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) especifican que el sueldo medio mensual de un trabajador no cualificado del sector servicios era de 270,2 balboas. El de un empleado de oficina, 490,7. Por contra, el de un profesional y científico, 824,4: el triple.
Por tanto, disponer de una buena formación sigue siendo necesario y útil. Pero no basta ya con eso: se exige más en el competivo mundo actual. «Hay que tener conocimiento de más idiomas («un dominio real del inglés es básico», advierte Carmen Luca de Tena, coordinadora del Plan de Acción Tutorial del CESAG), de informática, así como capacidad de trabajo en equipo y de adaptación», resalta Amelia Pizarro, del departamento de Orientación de la Sagrada Familia (Granada).
Rafael Bellver, orientador en Grao, señala que entre las únicas optativas del colegio se hallan alemán e informática precisamente para cubrir estas necesidades.
Bellver aconseja a sus estudiantes que no piensen sólo en una profesión determinada, «sino en cuántas salidas profesionales tiene una carrera». Prepara salidas a la universidad o a las escuelas de ciclos formativos cada año «y entre el 75 y el 80% mantiene sus prefencias expresadas inicialmente, o sea, que la orientación funciona».
Celia Gómez, responsable del departamento de Orientación de Pureza de María Bilbao, destaca, como Inma Torró, «la importancia de la entrevista de trabajo» y de cuidar las habilidades sociales, además de los temas básicos como idiomas e informática, además de buscar «una especialización de manera exigente y selectiva», después del grado universitario.
En todo caso, señala que «hay que aconsejar al alumno» en función de sus necesidades y rendimiento, y opciones para alumnos con más dificultades como los grupos de diversificación curricular o los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) también están en el listado, «aunque la mayoría opte por el bachillerato» y luego intentar el salto a la universidad.
En Pureza de María Madrid, a principios de año, se celebra un Salón de Orientación Universitaria para ofrecer información a sus alumnos sobre la oferta actual de estudios. En varios centros de La Pureza también se realizan encuentros con ex alumnos ya universitarios para que expliquen su opción y la preparación con que se fueron del bachillerato de sus colegios, además de las visitas al centro de representantes de las universidades más cercanas. Y también se trabaja en varios colegios con los padres de alumnos, que pueden tener capacidad de influencia sobre la decisión final de sus vástagos.
La selectividad y el rendimiento académico son siempre factores que influyen en la decisión. La nota de corte de los estudios seleccionados, también. A modo de ejemplo, de los más de 2.000 grados en universidades públicas presenciales en España, la nota media de acceso para estudios de Ciencias de la Salud fue del 8,95. Por tanto, prepararse para una de estas carreras no es cuestión de un año o de unos meses de trabajo duro, sino de cursos de esfuerzo y de tomar las decisiones correctas, desde que en el segundo ciclo de ESO se escogen las primeras optativas.
Para Amelia Pizarro, la orientación «es algo que desarrollamos desde Infantil. Cada etapa trabaja diferentes facetas, con un objetivo común: la toma de decisiones. Trabajar el desarrollo de sus competencias e inteligencias, para que la persona sea autónoma», en un modelo de organización del trabajo en la escuela basado en proyectos y en el trabajo en equipo, creando grupos de mejora. «En Granada, orientación y gestión de la calidad son conceptos muy relacionados», destaca Pizarro.
En todo caso, describe Carmen Sancho, «el quid de la cuestión para el estudiante es siempre el mismo. Hay que ponerse objetivos a la hora de sacar adelante una carrera. Cuantificables y temporalizables. Y también es básico saber distribuirse el tiempo para estudiar, más aún si se trabaja. Hay que estar en plan positivo ante las dificultades. Siempre hay una puerta abierta», una solución, o varias, ante cualquier dificultad que aparezca.
En el CESAG, la organización de estudios y la orientación personal es el primer motivo de visita a Sancho, seguida de problemas de estrés, ansiedad, depresión y luego, de problemas familiares y económicos, aspectos todos que pueden influir en el rendimiento académico. En el curso anterior, un 96,2% de los alumnos del CESAG que habían acudido a los servicios de Orientación manifestaron haber logrado sus objetivos iniciales.
Otra recomendación recurrente en muchos orientadores es la conveniencia de la especialización, cursar un posgrado o un master que otorgue un plus en la formación.
Éste es uno de los campos donde más ha crecido la oferta en España en los últimos cursos. Mientras que en 2006-2007 había 829 másteres y 16.636 estudiantes cursándolos, en 2010-2011 eran 100.963 alumnos y 2.423 másteres, según datos del Ministerio de Educación.
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