01 May The locked room
«Te das cuenta de que toda tu vida, todos tus recuerdos, todo tu dolor… Es siempre lo mismo. Fue todo del mismo sueño, uno que tuviste dentro de una habitación cerrada. Un sueño sobre ser una persona… Y como en muchos sueños, hay un monstruo al final.» Parece sacado de los libros de Ligotti, pero la verdad es que esto es solo el principio de una historia en la que las líneas del bien y del mal están tan difusas como los anteriores trabajos de Woody Harrelson. True Detective –o Conspirancy against the Human Race– no es para todos los públicos, pero aquellos que estén curtidos disfrutarán asistiendo a la borrachera más oscura de sus vidas.
Lousiana, 1995-2012. Una sala de interrogatorios donde fantasía y realidad se alían. Dos detectives, Rust Cohle –Matthew McConaughey- armado de las secuelas de un Killer Joe en busca de redención y con un pasado que da tantas vueltas como Mud; y Martin Hart –Woody Harrelson- protagonista de la futilidad de las cosas. Don Quijote y Sancho Panza; un nihilista orgulloso y un inseguro emocional cuyas vivencias volverían a mandar a Zaratustra a la montaña. Ocho capítulos de una serie o una película de ocho horas. Un caso que rinde homenaje al eterno retorno. Sea como sea, gracias Nic Pizzolatto. Gracias
Serie: True Detective. Director: Nic Pizzolatto, Cary Joji Fukunaga. Intérpretes: Matthew McConaughey, Woody Harrelson, Michelle Monaghan, Michael Potts, Tory Kittles, Kevin Dunn
Sara Monge es estudiante del grado en Periodismo del CESAG. Artículo publicado en la edición número 149 de Mater Purissima.
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