Si tuviéramos que clasificarlo tirando de convenciones de género, Prune sería un juego de puzles: presenta un reto lógico que debemos superar ordenando piezas y conquistando el espacio. Si los puzles tradicionales (Tetris, Candy Crash) se estructuran alrededor de una concepción técnica y mecánica del mundo, dándonos bloques individuales que hemos de conectar para construir y destruir, Prune lo hace según un concepto orgánico: plantamos un árbol y lo cultivamos, tallando las ramas que frenan su crecimiento correcto y ayudándolo a crecer hasta los rayos de luz que lo harán florecer. El mundo no se fabrica, sino que brota.

Prune es un juego para móvil que pretende, según su creador, Joel McDonald, respetar el tiempo y la inteligencia de su jugador. Nos invita a relacionarnos con un entorno natural, que escapa en gran parte a nuestro control. Nuestros árboles crecen de manera autónoma y a ritmo constante y son, en gran medida, impredecibles. También nos lleva a un ritmo tranquilo, contemplativo, gracias a un apartado audiovisual minimalista y cálido. La experiencia meditativa y casi zen de Prune viene a confirmar que el videojuego frenético y ruidoso ya no es la única opción.

Título: ‘Prune’ . Desarrollador y distribuidor: Joel McDonald. Género: Puzle. Año: 2015. Plataformas: Windows, Android, iOS. Website: www.prunegame.com.

Autor: Víctor Navarro es profesor del CESAG y doctor en Videojuegos. Artículo publicado en la edición número 154 de Mater Purissima (marzo 2016).