01 Nov ‘Firewatch’, la huida como un imposible
Una de las acusaciones más extendidas a la ficción en general y a los videojuegos en particular es que son entretenimientos escapistas, pero ¿acaso es posible huir de uno mismo? Esta es la pregunta que parece plantearse Firewatch, un juego contemplativo y melancólico que nos pone en la piel de Henry, guardabosques solitario que elige esa profesión después de que su esposa sea diagnosticada con Alzheimer prematuro. A lo largo del juego nos comunicamos con su supervisora, Delilah, a través de un walkie-talkie. Juntos, Henry y Delilah intentan resolver un misterio que se desarrolla en el bosque pero también exploran sus recuerdos, sus preocupaciones y sus esperanzas. Como jugadores podemos conducir la conversación, provocando que Henry hable de sí mismo o se encierre todavía más en su refugio. Delilah, como Henry, parece querer escapar de su propio pasado. También la resolución del misterio (maravillosamente sobria, triste y humana) nos revela a personas que huyen sin éxito, que intentan escapar a otros mundos y que no son capaces de afrontar sus propias acciones. Al hacer del escapismo su tema central, Firewatch construye un espejo oblicuo que sin embargo nos enfrenta a la verdad de forma frontal. No, no es posible escapar de nosotros mismos, y ahí reside el poder de las mejores ficciones y juegos.
Título: ‘Firewatch’. Desarrollador: Campo Santo. Plataformas: PC, PS4, Xbox One, Mac, Linux. Año: 2016. Género: Aventura, fantasía, misterio. Duración: 6 horas, aproximadamente.
Autor: Víctor Navarro es profesor del CESAG y doctor en Videojuegos. Artículo publicado en la edición número 156 de Mater Purissima.
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