Domingo, ocho  y media de la mañana…¡date prisa!…¡vístete rápido!…¡Hemos quedado para montar  el Belén del colegio Pureza de María Grao!. Hace frío, bastante frío comparado con las semanas anteriores, el «veroño» como aquí le llamamos algunos, ese largo y cálido verano que aquí en Valencia se alarga hasta adentrado el mes de noviembre por fin toca a su fin y abre paso al templado invierno de nuestra tierra que se hace aún más tenue en los Poblados Marítimos siempre abrigados por nuestro mar Mediterráneo. Y así entre prisas, sueño  y fresquito acudimos las familias de MFA Grao a nuestro colegio a montar el Belén, como viene siendo tradición estos últimos años, unos más pronto, otros un poquito menos, pero todos ilusionados, los que más, los niños y, seguidamente, acudimos a la Parroquia a la Eucaristía todos juntos.

Buena manera de comenzar el Adviento, ese tiempo de espera, ese tiempo de esperanza alegre porque vas a venir una vez más a nuestras vidas, ese tiempo de espera ilusionada, ese tiempo de abrirnos y dejarnos hacer por tu Espíritu, ese tiempo que vivimos todos los años y aun así nos olvidamos tantas veces de lo Esencial de nuestras vidas. Más allá de los preparativos, las compras, y del folclore navideño, alcemos la vista y  como nos dice el Evangelio del primer domingo de Adviento «Estemos atentos».