10 Jun Música con beneficios

Durante los períodos de escolarización la música incide positivamente en el desarrollo global del niño: mejora la percepción auditiva, las capacidades comunicativas y socializadoras, el uso de la imaginación y mejora la creatividad para expresar aquello que no comunica con palabras.

La naturaleza lúdica de la canción hace de los aprendizajes con música un medio asociado a experiencias placenteras desarrollando el sentido estético y contribuyendo a la apreciación de lo bello.  Actualmente sabemos de la correlación que existe entre la educación musical y el desarrollo de habilidades cognitivas y motrices. Los últimos estudios ahondan en la actividad cerebral que se da cuando cantamos, que se relaciona con la mejora de la coordinación, el pensamiento matemático, la atención sobre estímulos simultáneos, la memorización y la concentración.

La canción es para el maestro generalista un medio eficaz para lograr una educación integral

No es de extrañar, pues, que los modelos educativos de más éxito a nivel internacional requieran de la música en los primeros años, especialmente en cuestiones como la iniciación a la lectoescritura y al pensamiento matemático y en la adquisición de habilidades, conocimientos y competencias generales y específicas.

Es aquí que la vinculación de la música con el desarrollo de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner (especialmente la corporal, la matemática y la lingüística) sea inevitable. Es cantando que podremos trabajar un contenido curricular (de características muy diversas), a la vez que desarrollamos habilidades musicales. Pero para ello será fundamental centrar el foco de atención no tanto en aquello que enseñamos sino en cómo lo enseñamos.

En cualquier caso, la canción se presenta ante el maestro generalista como fundamento básico de la educación, un recurso globalizador, sin duda un medio idóneo y eficaz para una educación integral.

Francesc Vicens es doctor en Musicología y profesor de los grados en Educación del CESAG