¿Qué harían mis alumnos si tuvieran que definir el término PAZ? Pues… buscarían en Wikipedia y encontrarían lo siguiente:

“Definida en sentido positivo, es un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad. También se refiere a la tranquilidad mental de una persona o sociedad.
Definida en sentido negativo, es la ausencia de inquietud, violencia o guerra.”

Comencemos por el sentido negativo del término. Hace poco un profesor me comentó: “Parece que todo está muy tranquilo en Secundaria”, yo pensé: “espera un poco… es cuestión de tiempo”. Imagina un colegio de 1000 alumnos, cada uno con sus deseos, aspiraciones, preocupaciones e inquietudes. Es como si tuvieras una olla a presión todo el día, nunca sabes cuándo va a estallar. Llega un día en que sucede. Es en esos momentos donde los protagonistas de las conversaciones pasan a ser diálogo, respeto y paz.

Pero, si os tengo que confesar algo, el sentido positivo de la palabra paz me ha atraído mucho más, encontrar el equilibrio de las partes de una unidad es todo un reto. Sobretodo cuando vivimos una situación tan delicada en España. No dejarse llevar por extremismos, por manipulaciones, ser justos en los pronunciamientos… eso sí que es un reto. Educar a nuestros jóvenes teniendo en cuenta los diferentes puntos de vista, manteniendo el equilibrio, escuchando todas las partes implicadas… es uno de los grandes retos que tenemos hoy en educación.

Y que esa paz además se viva desde lo profundo del corazón, es ya para sacar un 10. Porque como dice Madre Alberta: ”en el agua revuelta no se divisa el fondo, pero en el lago tranquilo se ven hasta las más pequeñas piedras”.

¿Te animas a buscar esa paz tan anhelada por tantos?