01 Jun Enseñanza completa
A lo largo de la vida y de forma inevitable, el ser humano se encuentra con situaciones de pérdida, bien sea por la muerte de un ser querido, o de una mascota. También de sufrimiento, por sentirse abandonado o tener que abandonar algo que se quiere, una persona, un trabajo, un país, etc…. Temas como la muerte y el abandono pueden provocar mucho sufrimiento y desconcierto en aquellas personas a las que se les haya ocultado este aspecto más duro de la vida, haciéndoles creer en una existencia llena de felicidad y de continua satisfacción.
Por este motivo, enseñar a vivir a un niño, no es solamente mostrarle las cosas buenas de la vida, sino también ayudarle a comprender que en ella hay sufrimiento y dolor, pero que puede y debe compartirlo con las personas queridas que tenga a su alrededor. Es una parte muy importante de su aprendizaje. Si preparamos bien a los niños para enfrentarse a estas situaciones y a los sentimientos que provocan, sabrán manejarlos mejor cuando aparezcan.
Vivir es enfrentarse a pequeñas y grandes despedidas que hay que aceptar
Hoy en día los medios hacen que la muerte se convierta en algo cotidiano y habitual y los niños contemplan esta realidad sin entender a menudo lo que está pasando ni el por qué. Vivir supone enfrentarnos a pequeñas y grandes despedidas que no tenemos más remedio que aceptar y, aunque no lo queramos, todos tenemos que renunciar a cosas para conseguir otras, incluso el mismo desarrollo del niño le exige perder la seguridad de lo conocido para enfrentarse a lo nuevo, en un proceso constante que acompaña su evolución.
Begoña Ibarrola es escritora y psicóloga
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