05 Mar Francesc Torralba: «Individualismo y espiritualidad son incompatibles»
«Todo ser humano es capaz de vida espiritual. El niño ya tiene una espiritualidad latente. Requiere un desarrollo, un acompañamiento, como también lo necesita su capacidad lingüística. Esta educación se debe hacer de manera progresiva. No tenemos que forzar el ritmo, pero tampoco dejar esta potencialidad atrofiada», manifiesta el autor de obras como Inteligencia Espiritual o Ah, ¿sí?: Cómo hablar de Dios a los niños.
«La espiritualidad se manifiesta de muchas maneras, dentro y fuera de comunidades religiosas. Vivirla dentro es una fuente de riqueza por muchos motivos. En primer lugar, porque la espiritualidad es esencialmente apertura y comunicación. Tanto el individualismo como el narcisismo son incompatibles con la espiritualidad. La comunidad religiosa es un lugar ideal para cultivarla, porque por definición, exige apertura y la comunicación con el otro. Es valiosa vivirla en un marco simbólico y cultural compartido, y sobretodo que tenga como fuente de inspiración un texto de naturaleza sagrada». «El sectarismo, el dogmatismo y el fanatismo son patologías de la vida espiritual, tumores malignos que dañan a la persona y también a la sociedad en que vive. Los creyentes son vulnerables, pero también los no creyentes, porque hay fanatismo de naturaleza laica».
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