22 Feb ¡Ojo! Nos jugamos demasiado
Ni está de moda, ni se habla de ello en los periódicos, ni siquiera es un tema muy conocido. Pero en ello nos va la vida, o más bien la felicidad. No lo digo yo. Queda demostrado incluso científicamente. Se trata de la espiritualidad y de la motivación. No sólo de nuestros jóvenes, también de nosotros, los adultos.
La Congregación lleva tiempo ocupándose de ello. A veces con más acierto que otras, pero siempre en búsqueda de la forma más adecuada para ayudar, para fomentar, para despertar y cuidar la espiritualidad de niños y adultos. Y algunos colegios dicen que ya se notan resultados. Los niños son más profundos, más inquietos por las necesidades de nuestro mundo y más felices.
No hablamos de seudo-misticismos, de crear personas inflexibles y duras que más parecen jueces religiosos que seres espirituales. La espiritualidad modela nuestro cerebro, crea nuevas conexiones en él, y significativamente, cuando es verdadera, nos conecta más y mejor con el mundo emocional propio y el de los otros. Es decir, nos hace más empáticos, más humanos, más abiertos.
No es un tema fácil de explicar. En este número MATER PURISSIMA ha entrevistado a personas de mucha autoridad en el tema. Llegamos a conclusiones interesantes: La motivación es un camino a la superación personal, la espiritualidad a la felicidad. Somos seres interconectados. Nuestro mundo emocional embebe todo nuestro ser pero nuestro ser espiritual se enriquece de él. Significa que cuanto más cuidado sea nuestro mundo emocional, más fácil nos resultará vivir nuestro ser espiritual. Las investigaciones en este campo demuestran claramente que es aquí donde nos jugamos ser realmente felices. Ni el progreso, ni los medios económicos, ni la ausencia de dificultades, producen felicidad. El gran teólogo Karl Rahner lo dijo claramente: «El siglo XXI o es místico o no será». Y quizás de ahí surgen últimamente muchos libros de autoayuda que muchas veces rondan pero no aciertan.
El tema empieza en casa ciertamente. La escuela muchas veces es sólo un apoyo. Corresponde a los padres preocuparse por esta educación integral. Pero el colegio no puede descuidarla. La Pureza demuestra en todos sus centros el esfuerzo y la dedicación enormes realizadas en este sentido. Somos conscientes de que necesitamos jóvenes para un futuro mejor. Y nos urge que cada uno en su puesto sea la mejor versión que existe de sí mismo.
¿Qué papel juega la motivación en todo esto? Un rol fundamental. La educación integral incluye evidentemente la académica. No se trata de crear seres espirituales sin cabezas bien formadas y preparadas para afrontar los retos del futuro. La motivación es la base, el motor, la gasolina.
MATER PURISSIMA en este número quiere ofrecerte unas páginas de reflexión. Jugarse la felicidad y el futuro sabemos que es demasiado serio como para leerlo a la ligera. Formamos juntos esta familia Pureza de María en la que ojalá hoy en pleno siglo XXI sigan siendo realidad las palabras de Alberta Giménez: «Cómo no he de estar contenta si estoy en el pequeño cielo de la Pureza».
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